Los suelos de Río Muni derivan de la descomposición de granito y gneis. Son suelos lateríticos con una concentración de óxido de hierro, aluminio, titanio e hidratos de magnesio superior al 30% (De Castro & de la Calle, 1985: 42-43; Fa, 1991: 19). Las escasas cantidades de fosfatos y carbonatos, características de gneis y granitos, desaparecen casi en su totalidad debido a la elevada lixiviación. Son suelos con pH 6 o superior, con gran cantidad de elementos coloidales que le dan una textura arcillosa y gran adhesividad.
Figura 1. Mapa Geológico de Guinea Ecuatorial (Ministerio de Bosques y Medio Ambiente de Guinea Ecuatorial,1999).
Los suelos de Bioko son muy homogéneos. Esta homogeneidad en los suelos está determinada por la de la roca madre, en su totalidad lavas basálticas. Las variaciones que encontramos son de carácter mecánico o químico, dándose el mayor contraste entre los suelos de zonas altas y los de zonas bajas, resultado de la erosión e intemperismo de los primeros y el carácter aluvial de los segundos (De Castro & De la Calle, 1985: 11; Fa, 1991: 17). Son ricos en hidróxido de hierro, de aspecto terroso y de color pardo rojizo. Su contenido en humus alcanza máximos del 4-13%, aunque en valor medio no supera el 2%, son de carácter neutro, con pH nunca inferior a 6, pobres en fósforo, potasio y sobretodo carbonatos de cal. Son suelos rubificados, no son laterítas propiamente dichas, puesto que tienen un carácter más superficial que éstas y ocupan una pequeña extensión.
Figura 2. Los suelos de Guinea tienen un característico color rojizo en el continente y la parte baja de Bioko, como consecuencia de su elevado componente férrico. En las zonas altas de la isla al igual que en el sur, el suelo es más oscuro al predominar las tierras volcánicas.
En Annobón encontramos suelos del mismo origen que los de Bioko pero de características diferentes, tienen menor proporción de sílice y mayor elemento ferromagnesiano, lo que los convierte en ultrabásicos (De Castro & De la Calle, 1985: 67; Fa, 1991: 22).